Věžnička es un pueblo pequeño, casi diminuto, silencioso e inaccesible. Apenas un centenar de personas habitando un puñado de casas sobrias para menos de cinco kilómetros de aldea.
Parecía un animal herido. Candelaria Valido Calixto gruñía y sacaba los dientes desde una esquina de la celda del calabozo que había soportado sus gritos inhumanos durante un
Sobre el cadalso, un alarido. «¡Barceloneses!…» El reo, con los ojos casi fuera de sus órbitas y una vena hinchada cruzándole el cuello, estaba rojo de ira. «¡Barceloneses,
Porque era fea, y flaca, y dentona, y huesuda, a Francisca Cañada nunca la escuchaba nadie. Siempre en silencio. Francisca, la favorita del padre por mor del sentimiento
En 1929, el descubrimiento de una macabra costumbre en el pueblo húngaro de Nagýrev desató la leyenda sobre un lugar que aún hoy no se ha recuperado de
Primera parte: Una mujer incómoda. El horrible crimen de la Azorera (1897) Segunda parte: Salió en portada. Dos veces culpable (1898) Tercera parte: Salió en portada. Sin vuelta
Primera parte: Una mujer incómoda. El horrible crimen de la Azorera (1897) Segunda parte: Salió en portada. Dos veces culpable (1898) Como venía tiempo rumoreándose que pasaría, el
Primera parte: Una mujer incómoda. El horrible crimen de la Azorera (1897) Mató Gancedo, como ya comentamos, a su mujer y a su hijo de días, lo descubrieron,
Los verdugos son hombres de cartón, secos y carcomidos por la culpa que todo el mundo les adjudica y no tienen; chivos expiatorios de una sociedad que, mientras