Mi bisabuela Nora nunca tuvo demasiado clara la procedencia de sus suegros. A él lo conoció poco, tan amigo de las soledades como era el de Lelekovice, y
Porque nacieron mujeres, casi nunca consta su nombre en contrato alguno, ni en listas de esforzados trabajadores, ni ha quedado constancia escrita de dolores de espalda, horas sin
Cuando Gëorgia Knap se quedó huérfano de padre y madre tenía quince años y parecía que la muerte estaba tan lejana que casi ni podía divisarla, allá, oculta
Sus ojos siempre fueron transparentes, de un intenso color azul cielo que dejaba entrever la picardía de quien todo o casi todo lo encuentra picardioso. Fue el penúltimo
Conciertos gratis, bocadillos de calamares y chiringuitos en las calles. Ésa es la imagen que hoy asociamos a las fiestas ovetenses de San Mateo, las mismas que estos
El primero del que tenemos constancia, pero no recuerdo, tenía un nombre enrevesado y -siempre me lo he imaginado así- bigotes. Se llamaba Nicolás Benito Caietano Díaz Alonso,
Ninguna acción de la Bestia Rubia era inofensiva, ninguna. Tampoco lo fue su último suspiro. Aquel 4 de junio de 1942, Reinhard Heydrich cerró los ojos por última