Se emperigotaba, orgullosa, el dengue, llamaba traenta al tridente y garraba’l garabatu en vez de coger el rastrillo, pero para los de Anayo María siempre iba a ser
La mejor dedicación de Consola, la vecina de mis tatarabuelos, era, y no cabe duda para nadie, el amargarle la vida a foráneos y allegados. Su nombre, pronunciado
Realmente, el problema no había sido que el conservador Gómez Arroyo ganase el escaño que se disputaba en Infiesto en aquellos días de final de abril de 1903,
Ni consta en los documentos ni nadie recuerda la fecha exacta, así que pongamos que ocurrió en abril. José María había nacido en malos tiempos. Al desgraciado se
Josefa, la de Santos, sufrió varias veces en su vida el riesgo de morir, de desaparecer para siempre. Y, además, de una manera diferente a cada vez: de